Aceite macerado de Árnica

El aceite macerado de árnica es un aceite vegetal que se obtiene al macerar las flores de árnica (Arnica montana) en un aceite portador, como el aceite de girasol. La maceración se lleva a cabo dejando reposar las flores de árnica en el aceite durante 40 días, permitiendo que los componentes activos de la planta se transfieran al aceite y formen un extracto concentrado.
La árnica es una hierba floreciente autóctona de regiones frías y rocosas como Siberia y Europa del Este. A veces se le denomina "la margarita de montaña" porque sus flores amarillo-anaranjadas se asemejan a las margaritas comunes. Durante siglos, la árnica se ha utilizado como tratamiento homeopático para afecciones de la piel, el cuero cabelludo y el cabello entre otras.

Propiedades de aceite de árnica 

• Antiinflamatoria;
• Antibacteriana;
• Antimicrobiana;
• Analgésicas;
• Estimulantes de la circulación sanguínea

¿Para qué sirve el aceite de árnica?

El aceite de árnica se caracteriza por contener en su composición lactonas sesquiterpénicas, las cuales tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas. A estos compuestos se les atribuye la posibilidad de ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. 

Por otro lado, los componentes del aceite de árnica estimulan a los glóbulos blancos para disolver la  sangre coagulada y los líquidos condensados en los tejidos lesionados, previniendo así la formación de hematomas y cicatrices.

El aceite esencial de árnica se utiliza comúnmente para acelerar la curación y promover el bienestar general. Algunos de los usos más comunes incluyen:

• Moratones/hematomas y heridas. El aceite de árnica es útil para ayudar a restaurar los vasos sanguíneos rotos. Se utiliza tradicionalmente para reducir la apariencia de moratones y acelerar el proceso de curación de heridas menores. El aceite de árnica se aplica tópicamente sobre la piel en el área afectada. A sus compuestos activos, como las lactonas sesquiterpénicas, se les atribuye  propiedades antiinflamatorias y analgésicas que ayudan a reducir la hinchazón, el dolor y a acelerar la decoloración de los moratones/hematomas. Además, el aceite de árnica estimula la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a acelerar el proceso de curación de las heridas.
  Es importante destacar que el aceite de árnica debe ser utilizado en heridas cerradas y nunca en heridas abiertas o piel irritada. Antes de utilizarlo, se recomienda realizar una prueba de sensibilidad en una pequeña zona de la piel, así como seguir las instrucciones de uso adecuadas.
• Dolor del túnel carpiano. El aceite de árnica puede ser utilizado como tratamiento complementario para aliviar los síntomas del síndrome del túnel carpiano. Se cree que las propiedades antiinflamatorias y analgésicas del aceite de árnica pueden ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor en la muñeca y la mano. Se recomienda aplicar suavemente el aceite de árnica en el área afectada y masajear suavemente para ayudar a su absorción.
• Esguinces, dolor muscular e inflamación general. El aceite esencial de árnica se considera un remedio muy potente para la inflamación y las lesiones asociadas al ejercicio. Es una primera opción entre los atletas, pues la aplicación tópica de árnica se muestra eficaz en la reducción del dolor causado por la inflamación y el daño muscular.
  Sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas pueden ayudar al alivio del dolor y reducción de la hinchazón asociados a estas condiciones.
  Uno de los componentes químicos del aceite de árnica, el timol, es un excelente vasodilatador de los capilares sanguíneos subcutáneos, favoreciendo un flujo saludable tanto de la sangre como de otros fluidos corporales. Gracias a este efecto se activa la presencia de glóbulos blancos esencial para el proceso de curación de desgarros musculares, articulaciones lesionadas y cualquier otro tejido corporal inflamado. Esta es una de las razones por las que el aceite de árnica actúa como un potente agente antiinflamatorio, apoyando y mejorando los procesos de curación del organismo.

Aceite de Árnica para el pelo

El aceite de árnica se utiliza como tratamiento natural para el cabello, especialmente en casos de caída del pelo, para estimular su crecimiento, y como alivio de la picazón y la irritación del cuero cabelludo.
Para utilizar el aceite de árnica macerado en el cabello, se puede aplicar directamente sobre el cuero cabelludo y las raíces, masajeando suavemente. También se puede añadir unas gotas al champú o acondicionador para potenciar sus efectos.

Aceite de árnica para la piel

El aceite de árnica también es útil para aliviar el enrojecimiento de la piel, la irritación, el acné o los síntomas de quemaduras, pudeiendo ayudar también en el proceso de cicatrización de heridas. Puede aplicarse tópicamente en heridas leves para ayudar a reducir la inflamación y facilitar la curación.

Flores de Árnica